La jubilación de cientos de profesionales del Servicio Aragonés de la Salud centrará el debate de la mesa sectorial de sanidad que reúne, este martes, a sindicatos y Administración. La postura del Gobierno de Aragón apuesta por rejuvenecer la plantilla y que los trabajadores sanitarios no sean una excepción y se adapten a la ley nacional que establece la jubilación a los 65 años. En un principio los sindicatos aprobaban esta medida siempre y cuando tengan garantías de que esas plazas no desaparecerán. Se habla de jubilación forzosa por edad de 2.368 personas hasta el 2017.
De todas formas, tras las conversaciones previas el sindicato mayoritario, CESM –Satse, no confía en esta reposición y habla del nuevo plan de Recursos Humanos como de un ERE para reducir la plantilla de médicos de Salud.
Los sindicatos de clase como CC.OO se muestran más favorables a este giro en los recursos humanos. “Son algunos médicos que ven peligrar sus elevados sueldos los que están en contra de esta medida”, señala Juan Urdániz, secretario general de la Federación de Sanidad de CC.OO Aragón.
Desde el Gobieno de Aragón se asegura que no se trata de un recorte, que es una medida “de justicia”, para igualar sus condiciones a las de todos los funcionarios, y que no habrá merma de servicios, con lo que se cubrirá “el personal necesario para mantener el mismo nivel de atención”.
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