Llega septiembre y con el inicio de curso, comienzan los problemas en el servicio de Urgencias del Hospital Miguel Servet.Las atenciones se multiplicaron este lunes y obligaron a la dirección del centro a abrir la tercera sala de observación a primera hora de la mañana, que permitió despejar los pasillos de las camillas y sillas de ruedas que se habían acumulado durante la noche de enfermos pendientes de pruebas, diagnóstico o ingreso.
Sin motivo aparente –como una epidemia de gripe o un descenso significativo de las temperaturas– y posiblemente motivado por el calor que afecta especialmente a mayores y crónicos, las Urgencias del Miguel Servet comenzaron a recibir más pacientes de los habituales en las últimas semanas, en pleno periodo estival. Según precisaron desde el Servicio Aragonés de Salud, si un día normal llegan a pasar por admisión unos 320 zaragozanos, este pasado lunes, se llegó a los 400 (con una importante concentración en un breve periodo de tiempo).
Personal del Hospital Miguel Servet explicaron que la situación comenzó a complicarse durante la noche hasta acumularse en los pasillos los pacientes. Pero, en esta ocasión, según reconocieron las mismas fuentes, la dirección del hospital actuó con rapidez y a primera hora de la mañana (cuando se acumularon hasta una docena de enfermos en pasillos), se abrió la tercera sala de observación –con capacidad para una veintena de pacientes–. Este recurso se pone en funcionamiento de forma alternativa, dependiendo de las necesidades del servicio.
Según fuentes del Departamento de Sanidad, esta sala estará abierta mientras sea necesario el refuerzo y el volumen de atenciones lo requiera, aunque no precisaron las fechas que se mantendrá operativa. En ese sentido, desde el sindicato de Enfermería (Satse) se pidió que este recurso permanezca abierto y no se cierre, en previsión de los problemas que se generan cuando se clausura.
El incremento de atenciones de las últimas horas se une a las dificultades que puede haber para ingresar en planta ante la falta de camas, según confirmaron varias fuentes consultadas. No obstante, fuentes del centro sanitario hicieron hincapié en que durante este verano, el Miguel Servet ha cerrado menos camas para hacer frente al plan de choque quirúrgico para frenar la lista de espera (al aumentar las operaciones, se decidió mantener abiertas más habitaciones). Ha cerrado, de hecho, un 40% menos de camas que otros veranos. Lo que supone que se han clausurado una media de 95 camas al mes frente a las 159 de media de 2013. Hasta el 31 de diciembre, está previsto que el Miguel Servet absorba 4.700 cirugías.
La saturación de las Urgencias del Miguel Servet es un problema que cada vez se repite con más frecuencia. La última vez que se registró un incidente similar, que fue denunciado por los trabajadores y que se hizo público, fue a finales de julio. En esa ocasión, incluso, los pacientes se acumulaban en pasillos a pesar de estar abiertas las tres salas de observación y la dificultad con la que se encontró la dirección era encontrar cama para ingreso. Por ello, en esa ocasión se decidió agilizar las altas de los enfermos hospitalizados.
